Zapata Lerga

Obra Literaria

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Concepto de Literatura Infantil y Juvenil

Para mí no es que sea otra literatura respecto lo que entendemos por literatura “adulta”. Es una misma, con mayúsculas las dos, pero con unas ligeras diferencias de ejecución. Con frecuencia se concibe como una literatura  menor, que a veces lleva al  sermonismo, a que sea portadora de valores, a caer en lo infantiloide, en libros con moralina, que pueden ser un mal sermón en pésima literatura. Escribir una buena obra para estas edades es muy difícil.

Debe ser literatura de calidad, pero entendiendo que los receptores son distintos. Un niño no es un hombre en pequeño, sino que tiene su microcosmos mental. Si es menor de diez años, habrá que tener en cuenta las constantes psicológicas. No siempre lo mejor es lo más adecuado. Cada edad tiene sus lecturas  de acuerdo  a su  desarrollo  mental. Este es un principio básico.

Y si es literatura para jóvenes, debe estar escrita con altura, la máxima calidad, pero teniendo en cuenta unas pequeñas características que hacen que se acerque con garantía a esa franja de edad. Esto es lo que ellos  piden y están esperando, tal como he constatado en más de dos mil encuestas:

  • Que el protagonista sea de su edad.
  • Que  tenga un final feliz.
  • Que haya momentos de tensión,  misterio, aventura, terror, suspense.
  • Que tenga momentos de amor, casi lacrimógenos.
  • Que esté muy bien escrito, con belleza, con metáforas imaginativas, pero sencillo.
  • Que haya pocas descripciones, y las que haya  que sean cortas, rápidas.
  • Que haya mucha acción, trepidante.
  • Aunque son esencialmente iguales, las chicas se inclinan por que sean muy amorosos y los chicos  por que tenga mucha acción y aventura.
  • Que  el desarrollo sea lineal, nada de complicaciones que dificultan  el placer lector.

La juventud siempre ha tenido su  literatura, la  que le encandila, y no es bueno ignorarlo. Si logramos un joven lector que lee “sus” libros, poco a poco irá ascendiendo hasta llegar a los grandes autores. Pero nada  se improvisa, y es importante saber ir colocando los peldaños adecuados,  sin que ninguno falle.